Las microagujas
son dispositivos o instrumentos que consisten en agujas extremadamente pequeñas y delgadas que se utilizan en una variedad de aplicaciones médicas y estéticas. Estas agujas pueden variar en longitud y diámetro, y se utilizan para perforar la superficie de la piel o tejidos con el propósito de realizar procedimientos específicos. Las microagujas se utilizan para:
Terapia de microagujas o micropunción: Se emplean para crear microcanales en la piel, lo que permite la absorción más efectiva de productos tópicos o la estimulación de la producción de colágeno. Esto es útil en tratamientos faciales y corporales para mejorar la apariencia de la piel y tratar diversas afecciones, como arrugas, cicatrices, estrías, hiperpigmentación y flacidez cutánea.
Inyecciones intradérmicas: En algunos procedimientos médicos y estéticos, como la administración de Botox o rellenos dérmicos, se utilizan microagujas para inyectar sustancias en la capa dérmica de la piel de manera precisa y controlada.
Extracción de muestras de sangre: Las microagujas se utilizan en dispositivos de punción para extraer pequeñas cantidades de sangre para pruebas médicas, como análisis de glucosa o pruebas de laboratorio.
Biopsias: En algunos casos, las microagujas se utilizan para tomar biopsias de tejidos para su análisis y diagnóstico.
Procedimientos de belleza y cuidado de la piel: Las microagujas son una parte integral de terapias como el microneedling, que busca mejorar la apariencia de la piel mediante la estimulación del colágeno.